Decir que Sex Education está en el top 5 histórico de series de Netflix no parece algo descabellado. Tras cuatro temporadas, la ficción no ha dejado de crecer, alternando comedia y drama y dando voz a muchos personajes secundarios. Además, tiene el honor de ser de esas pocas series que gustan a casi todo el mundo, aunque siempre hay quien gusta de llevar la contraria.
Pero la historia de amor y desamor de Otis y Maeve ha llegado a su fin y toca afrontar nuevos proyectos. No sólo para el equipo implicado en rodaje, sino para quienes han participado en el mismo de forma indirecta. Y, en este caso, hablamos de los dueños reales de la casa de Jean y Otis Milburn en la serie.
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Sex Education estrenó su cuarta y última temporada el pasado 21 de septiembre. ¿Qué mejor momento para vender la casa, que con la serie despidiéndose por todo lo alto? Bien jugado.
Una casa que, durante años, se ha utilizado como punto turístico, aprovechando la belleza de la zona y la fama de la serie, estrenada en 2019. Sí, han pasado cuatro años ya.
Una casa reconocible
Lo bueno de vender una casa que aparece en cuatro temporadas de una exitosa serie, es que la familiaridad ya la tiene. Todo potencial comprador ya conoce su distribución, posibilidades y espacios. Ahora, ese comprador también debería disponer de 1,7 millones de euros, que es lo que pide la agencia que la ha puesto a la venta.
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Tal y como han contado en BBC, la casa está ubicada en Symonds Yat, Herefordshire, en Reino Unido y tiene unas vistas espectaculares al Río Wye. La casa tiene tres plantas, en las que se reparten cinco habitaciones y tres baños. Es enorme.
También cuenta con dos terrazas y, sí, las reconocibles escaleras que llevan al río y que más de una vez han aparecido en Sex Education. Lo que no se ha visto en la serie es el antiguo huerto que dispone o la capilla que tiene tras bajar las escaleras por las que Otis siempre quedaba con Eric.
Parcela inmensa
En total, la propiedad se va a 18.000 metros cuadrados y a un precio de 1,5 millones de libras. Obviamente, los dueños han inflado el precio, conscientes de que algún fan de la serie podrá pagarlo, como así parece que va a pasar.
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Y ojo, que la casa se construyó en 1912, es decir, tiene más de un siglo. No obstante, el actual dueño la reformó en 2002, después de comprarla, aportando un punto de modernidad pero manteniendo su estilo clásico. Un chalet de diseño noruego para quienes quieran disfrutar de la tranquilidad y el silencio de la zona.
Y para mal pensados, seguro que la habitación de Otis está desinfectada varias ocasiones.
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