Series para noches de calor / ‘Perdidos’

Series para noches de calor / ‘Perdidos’

Pasar un tiempo en una isla desierta y paradisíaca no parece una mala opción, pero si has aterrizado allí de malas maneras porque tu avión se ha partido por la mitad y tú has sobrevivido de chiripa, la cosa se complica. Y si, además, empiezan a pasar cosas raras a tu alrededor como la desaparición de alguno de tus compañeros de penurias, las muertes de otros, la aparición (vete tú a saber por qué) de un oso polar en mitad de la playa o gente que se levanta mágicamente de una silla de ruedas y se pone a andar como si nada, la cosa cambia.

Eso (y mucho más) es lo que pasó en Perdidos, la serie que triunfó, y de qué manera, entre los años 2004 y 2010. La ficción que daría el pistoletazo de salida a la obsesión seriéfila que vivimos en la actualidad, antes de la aparición de las plataformas de streaming y cuando todavía era normal emitir un capítulo a la semana. ¡Qué habría hecho Netflix con Perdidos!

La serie tuvo seis temporadas y la trama se fue complicando cada vez más, hasta llegar a un punto en el que era imposible cerrar todos los melones que habían ido abriendo. Por eso, el final no satisfizo a todo el mundo, que es lo que suele pasar con los éxitos audiovisuales de este calibre. Pero no vayamos tan rápido.

Un argumento inenarrable

Podríamos intentar explicar de qué va Perdidos durante horas y ni aún así nos quedaríamos cerca de su esencia. Y es que esta serie reinventó el concepto mismo de la ficción televisiva, que ya no se se trataba únicamente de sentarse frente al televisor a verla, sino que lo más divertido venía después, intentando interpretar el significado de diferentes escenas, discutir con otros fans y hacer teorías sobre qué iba a ocurrir.

Perdidos se situaba en una línea temporal en la que casi medio centenar de personas quedan atrapadas en una (aparentemente) desierta isla del Pacífico tras un accidente de avión.

Pero Perdidos es mucho más. A lo largo de los capítulos, los guionistas nos permiten enterarnos de ciertos aspectos de la vida pasada de los personajes mediante flashbacks. Hechos que nos hacen explicarnos por qué actúan como actúan ante los sucesos que se les van presentando en la isla.

¿Querías más? Pues espérate que lo hay. Si con el presente y el pasado no tenías bastante, también nos permiten ver lo que les depara el futuro a estos personajes mediante flashforwards. Futuro en el que supuestamente han salido de la isla, pero no se sabe cómo ni por qué.

Y mientras, en el presente de la isla van sucediendo cosas inexplicables. Hay experimentos, búnkeres secretos, personas que aparecen de la nada, desapariciones inexplicables… y ahí están los protagonistas intentando sobrevivir en mitad de este frenopático. El responsable Jack Shephard (Mathew Fox), la rebelde Kate Austen (Evangeline Lilly), el impulsivo Sawyer (Josh Holloway), el enigmático John Locke (Terry O’Quinn), el ingenuo Hurley (Jorge García)… y así podría seguir hasta que se me cansasen los dedos.

Y poco más puedo decir acerca del argumento de esta serie sin destriparte ciertos giros de guion que es uno de sus principales aliciente. Por eso, si eres de los pocos que no la ha visto, quizá este verano sea el mejor momento para empezar. Al menos ahora tienes la ventaja de poder ver el mismo capítulo varias veces hasta que lo entiendas.

Curiosidades de ‘Perdidos’

Perdidos es una serie coral, pero si hay un personaje que podría considerarse líder, ese sería el de Jack Shepard. Pero, ¿sabías que los guionistas estuvieron a punto de matarle en el primer episodio? Al final no lo hicieron porque consideraron que la audiencia no se creería esa alta tasa de supervivencia si no hubiese un médico cerca, así que le dejaron vivir. Y eso fue precisamente lo que provocó que Michael Keaton se quedase fuera del reparto y optasen por Mathew Fox. Y es que el actor de Batman iba a interpretar al buen doctor si durase poco, pero al convertirse en uno de los protagonistas, optaron por una cara menos conocida.

Otro que casi se queda sin estar en Perdidos fue Josh Holloway, actor que dio vida a Sawyer. En la mente de los guionistas, este personaje era un señor de mediana edad, trajeado y con buenos modales, pero Holloway tuvo un arrebato de ira en la audición al olvidarse una de las líneas del texto, lo que hizo que los escritores se replanteasen el carácter del personaje para poder incluir al bueno de Josh.

El piloto de Perdidos fue el más caro de la historia hasta que fue destronado por otras series como Juego de Tronos o Westworld. Y es que realizarlo costó entre 10 y 14 millones de dólares, inversión rentable dada su éxito posterior. Y terminamos con la lección de filosofía que quisieron darnos los guionistas, poniendo nombres de filósofos famosos a varios de los personajes: Desmond Hume, John Locke, Rousseau

Y mientras voy a Disney+ para ponerme el primer capítulo de la serie, voy a ir haciendo una apuesta al Euromillón con los números 4 8 15 16 23 y 42. Quizá, ahora que la gente se ha olvidado un poco de la serie, tengo más suerte

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