El boicot de Rusia a los Oscar 2023

No por menos esperado ha sido menos polémico: por primera vez, desde los tiempos de la Unión Soviética, Rusia no presentará ninguna película a los premios Oscar. Así lo ha anunciado la Academia de Cine Rusa.

Nikita Mijalkov, fiel defensor de las políticas de Vladímir Putin, considera “inútil” concurrir por la estatuilla en la actual situación mundial. Además, ha asegurado que existe una propuesta de crear “un equivalente euroasiático” de los Oscar.

Pero no parece que todo el mundo esté de acuerdo con esta decisión.

Pável Chujrái, otro de los directores integrante del comité encargado de cursar los largometrajes rusos a los Oscar, ha afirmado que esta decisión se ha adoptado “unilateralmente” y “a espaldas del comité de los Oscar”, cuyos miembros “no fueron consultados”. Por ello ha manifestado su voluntad de dimitir, así como también lo han dicho Nikolái Dostal y Andréi Zviánguintsev.

“Quiero comunicarles que en protesta renuncio a mi presidencia y renuncio a esta organización”, escribió el director de cine. Otro director ruso, Alexéi Uchitel, pidió una reunión urgente de cineastas con el Presidium de la Academia de Cine para “corregir la situación de inmediato”.

La última vez que Rusia ganó el premio al mejor largometraje internacional fue en 1994 con Quemados por el sol, de Mijalkov precisamente, una de las voces que más se hace oír en apoyo de todo lo que hace Putin, la guerra contra Ucrania incluida. Las dos últimas películas rusas nominadas a mejor largometraje internacional fueron Leviathan y Sin amor, en el 2014 y en el 2017 respectivamente, del director Zviánguintsev.

Para ser sinceros, dudamos de que esta situación le quite el sueño a la Academia de Cine Estadounidense, pero la élite cultural rusa puede que no piense lo mismo. No son pocos los directores de cine que se han exiliado del país debido a la actual situación, entre ellos Kantemir Balagov y Kira Kovalenko, cuyas películas se presentaron a los Óscar en el 2019 y el 2021.