La nueva ‘Atracción fatal’ está fatal

Es difícil mejorar una obra de arte. Por eso darle una vuelta de tuerca a un filme que se ha convertido en una película de culto no es una buena idea. Pero, aún así, la tentación de resucitar a a la gallina de los huevos de oro es muy grande, y de cuando en cuando surgen casos como la nueva Atracción fatal, una serie de Paramount+ basada en el clásico thriller erótico de los 80.

La intención era buena. La película protagonizada por Glenn Close y Michael Douglas responsabilizaba en su totalidad a la figura de la mujer, que se presentaba como una psicópata, y exoneraba al pobre hombre, que caía en las redes de una histérica manipuladora. Pobrecito.

Esta serie de ocho episodios protagonizada por Joshua Jackson y Lizzy Caplan pretendía subsanar este error en el punto de vista dándole una perspectiva moderna y poniendo el foco en Dan Gallagher, que ya no se presenta como una víctima sino como un hombre con personalidad límite. Y así se hizo, pero el resultado no ha salido tan bien como esperaban sus promotores.

Atracción fatal comienza cuando el personaje de Daniel Gallagher (Joshua Jackson) sale de la cárcel tras cumplir 15 años por el asesinato de Alexandra Forrest (Lizzy Caplan). El hombre sale en libertad condicional con el objetivo de volver a conectar con su familia y demostrar su inocencia.

En ese momento es cuando se produce un flashback para mostrarnos el inicio de esa relación extramatrimonial, que comienza a complicarse cuando Daniel intenta dejarlo y Alex amenaza con destruir a su familia.

“En la película, Alex es la villana de la historia, y Dan es el héroe y no hay áreas grises”, explicó Lizzy Caplan en conversaciones con Entertainment Weekly. “Ahora, el público ha cambiado mucho y no está predispuesto a creer en esta historia de mujer villana. Evidentemente, ella tiene una enfermedad mental y eso no es algo que se trate en la película”, señaló la actriz, indicándonos por dónde irían los tiros en esta nueva versión.

Pero a la crítica no le ha convencido el resultado

“No merece la pena”

Pues, sinceramente, los críticos la ponen a parir. El más benévolo ha sido Daniel Fienberg, de The Hollywood Reporter, que ha dicho (entre otras cosas) que “No merece la pena obsesionarse con ella”. Y si esto ha sido lo mejor que se ha dicho de ella, te puedes ir imaginando lo peor.

“La fascinante película de Glenn Close, nominada al Oscar, se burlaba de la salud mental. Los creadores de esta nueva serie de Paramount+ la vieron y dijeron: ‘sujétame la cerveza'”, dice Coleman Spilde, de The Daily Beast. Y es que aunque no está mal revisionar obras que han podido envejecer mal para poner el foco en temas que hoy en día se consideran importantes, no parece que lo hayan conseguido.

Pero es que además, tampoco se salva el ritmo narrativo, que no consigue enganchar al espectador como sí hacía la película de los 80. “Su problema definitivo es que intenta hacer demasiado: es un culebrón erótico, un procedimental legal, un drama doméstico sobre la disolución de un matrimonio y un compendio sobre la hija adulta de Dan y Beth”, dice Matthew Jacobs, de TV Guide. “Una serie que trata de diagnosticar a todos los personajes principales con traumas pasados, líneas de tiempo que se alternan de forma confusa y que no deja que el drama arrastre al espectador”, asegura Max Covill en The Playlist.

Visto lo visto, quizá (de verdad) no merezca la pena enturbiar el recuerdo de un clásico, aunque las interpretaciones de Joshua Jackson y Lizzy Caplan sean impecables. Según el actor, el final de la serie ha sido concebido para que pueda quedar así o tener continuidad. La audiencia decidirá. Supongo.