No todas las celebrities estadounidenses votan al Partido Demócrata pero casi todas sí. El progresismo de Hollywood resulta una característica biológica del ecosistema de la industria del espectáculo y aunque gente como Charlie Sheen, Chuck Norris o Jon Voight apoye a Trump incondicionalmente, son la excepción. Hollywood es demócrata, igual que la mayor parte del mundo de la música pop y otros territorios del show business estadounidense.
¿Y a quién apoyan las famosas y famosos en estas primarias demócratas en las que Bernie Sanders se impuso al arrancar y Michel Bloomberg se alza como la gran esperanza centrista (o más bien derechista) de la contienda?
Pues hay que admitir que Bernie Sanders, el veterano adalid de la izquierda del Partido Demócrata, gana por goleada a sus rivales en cuanto a apoyo hollywoodiense y pop.
En sus mítines han actuado The Strokes y Vampire Weekend y ha sido entrevistado por la rapera Cardi B en un vídeo que busca impulsar la campaña por el senador que no pudo con Hillary Clinton y vuelve a intentarlo.
Bernie Sanders, a sus 78 años, es el favorito de millennials y aún gente más joven. Ariana Grande apoya a Bernie Sanders. Emily Ratajkowski apoya a Bernie Sanders. Hailey Bieber (antes Hailey Baldwin) apoya a Bernie Sanders.
Y luego está la siempre militante Susan Sarandon, apoyo recurrente de Sanders, o Rosario Dawnson. También se han inclinado a favor de Bernie Sanders otros grandes nombres de Hollywood como Jack Nicholson, John Cusack, Danny DeVito, Michael Moore, Danny Glover… La vieja izquierda hollywoodiense mezclada con el rock&roll o como quiera llamarse a lo que hacen Jack White y Jason Mraz. Sí, tanto el que fuera componente de White Stripes como el autor del hit I’m yours apoyan al candidato del Partido Demócrata que lleva toda la vida declarándose socialista.
Moderados y moderadas
Luego está el famoseo demócrata pero de orden, moderado, centrista, y ahí están Tom Hanks y Rita Wilson apoyando a Joe Biden, que parecía toda un promesa y cuya campaña se desinfla tras dos derrotas consecutivas. Sea como fuere, no sólo Rita Wilson y su esposo confiaron en el que fuera vicepresidente con Obama: también le apoyó (o le apoya) el mismísimo George R. R. Martin, creador de la saga literaria Juego de tronos.
Mucho más centrista todavía es Michael Bloomberg, millonario y poco dado a veleidades izquierdistas y a quien el establishment mira con enorme cariño de cara a frenar al díscolo Bernie. Se presenta a las primarias demócratas con el apoyo de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, lo cual tampoco está mal.
Y luego está la gran sorpresa de las primarias demócratas: Pete Buttigieg, abiertamente gay, moderado políticamente, ganador en Iowa y segundo en New Hampshire. Y con el apoyo de Sharon Stone, Kevin Bacon, Jennifer Aniston, Michael J. Fox, Barbra Streisand o Gwyneth Paltrow.
Y Elizabeth Warren, también a la izquierda (más o menos como Sanders) pero que no ha podido despegar en las primarias. El voto más progresista está seducido por el viejo Bernie y aunque ella es una política de enorme altura no ha logrado concitar el voto de la base demócrata. Aún así, el incombustible rojo Martin Sheen le dio su apoyo y también la cantante John Legend, Rosie O’Donnell o Scarlett Johansson.
Ahora queda que las primarias continúen, que gane el mejor (no, esta vez parece que tampoco toca que opte una mujer a la Casa Blanca) y que Trump sea derrotado. Lo cual no resulta tan fácil como pudiera parecerle al progresista biempensante al cual le sale humo de las orejas con cada disparate del presidente que salió en Sólo en casa 2. Donald Trump continúa manteniendo un apoyo rocoso entre esa población que brama America First a ver si cerrando fronteras y bajando los impuestos a los ricos les va mejor. Un electorado a quienes las millonarias estrellas de Hollywod y estrellas del pop les parecen una pandilla de degenerados y degeneradas pertenecientes a una élite que les ofende. Con que tampoco es que vayas a ganar las elecciones porque te apoye Lady Gaga. Que se lo digan a Hillary Clinton.
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Fotos: Gtres
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