‘Armageddon Time’: ¿qué hay de nuevo, Anne Hathaway?

Pocas películas tienen un elenco tan lleno de estrellas como Armageddon Time pero ninguno interpretando los papeles principales.

Así es el nuevo filme de James Gray, que ha reunido a una gran cantidad de ganadores y nominados al Oscar pero les ha relegado a papeles secundarios dándole todo el protagonismo a un niño desconocido.

Anne Hathaway, Anthony Hopkins, Jeremy Strong y Jessica Chastain son los artistas más conocidos del reparto de un filme que nos sitúa en los años ochenta, en una sociedad estadounidense marcada por el racismo.

La cosa pinta bien y el director, James Gray, siempre aspira a la excelencia aunque no acierte en todas las ocasiones. Es el autor de Ad Astra, Two Lovers, Z, la ciudad perdida…

Pero ¿de qué va ‘Armageddon Time’?

La película se centra en la figura de Paul (Banks Repeta), un niño que no tiene muchos amigos pero entabla una profunda amistad con Johnny (Jaylin Webb), un estudiante afrodescendiente y de clase baja.

Tanto sus padres (Anne Hathaway y Jeremy Strong), como sus compañeros y la sociedad en general, tendrán prejuicios con esta relación, lo que les llevará a trasladar a Paul a una nueva escuela privada.

Afortunadamente, no todas las influencias de Paul serán malas, ya que su abuelo, interpretado por Anthony Hopkins, animará al protagonista a no quedarse callado ante las injusticias y la constante discriminación. Una mirada pura sobre el racismo, uno de los problemas que sufre el mundo tanto antes como ahora.

El filme está basado en la propia infancia del director y escritor James Gray, que confesó en una entrevista con Deadline: “Johnny era mi mejor amigo en la escuela pública. Nunca tuve muchos amigos y a él lo amaba, me encantaba ese niño”, dijo. En cuanto a la decisión de sus padres de cambiarle de colegio, sostuvo: “Se equivocaron porque nunca me dijeron ‘irás a este nuevo lugar, perdiste a ese amigo, pero tendrás otros. ¿Estarás bien?’. Ese cambio se consideró beneficioso para mí. Salía con un grupo supuestamente mejor. Pero nunca me preguntaron, ni una sola vez, cómo me sentía en realidad”.