El largo adiós de Martin Scorsese

Martin Scorsese es historia viva del cine.

Taxi Driver, Uno de los nuestros, El lobo de Wall Street, La última tentación de Cristo, Casino… La lista de obras maestras que acumula el genio a sus espaldas es interminable pero también una pista de algo obvio: el tiempo pasa y el propio Martin Scorsese lo sabe.

El cineasta, que presenta Killers of the Flower Moon en Cannes, cumplirá 81 años en noviembre y es algo que tiene muy presente. Así ha quedado claro en una tremenda entrevista concedida a Deadline, junto a Leonardo DiCaprio y Robert De Niro, entrevista donde, más allá de vislumbrar el fin de su carrera, no hace sino lamentar que ese final le llegue con la experiencia que ahora tiene y con las posibilidades que ahora ofrece el cine.

 

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“El mundo se ha abierto ante mí pero es demasiado tarde“, reconoce el cineasta. “Soy viejo. Leo cosas. Veo cosas. Quiero contar historias y no me queda tiempo“. De hecho, Martin Scorsese recuerda en la entrevista que Akira Kurosawa, en 1990, recibió el Oscar Honorífico y lo agradeció asegurando que en ese momento, “estaba empezando a ver las posibilidades de lo que podía ser el cine, pero era demasiado tarde para él. Tenía 83 años y en aquel momento me pregunté qué quería decir. Ahora lo sé”, reconoce.

Eso sí, quien piense que Martin Scorsese está pensando en un retiro dorado, está en un error. De hecho, ya tiene varios proyectos en ciernes y confirma que tiene aún muchas historias por contar.

En principio, su próximo proyecto sería su enésima colaboración con Leonardo DiCaprio en The Wager, un drama histórico basado en la obra de David Grann (autor del libro adaptado en Killers of the Flower Moon), sobre un juicio que tuvo lugar a mediados del siglo XVIII contra 30 náufragos rescatados en Brasil tras sobrevivir al naufragio de un buque británico que, meses después de su rescate, serían acusados por otro grupo de supervivientes de hacer un motín en el barco.

 

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Y para no echar de menos a Leonardo DiCaprio, en Deadline apuntan a que podría meter al actor en el papel de Theodore Roosevelt para un biopic que, directamente, le colocaría en la pole para el Oscar del año que se estrene.

Para rematar, también tiene en cartera un repaso a la carrera del grupo de rock psicodélico Grateful Dead, donde Jonah Hill sería el protagonista, siempre a la espera de que no aparezca por allí Leonardo DiCaprio, por supuesto.

Dicho lo cual, parece que Martin Scorsese tiene cuerda para rato pero eso no quita para reconocer la realidad y es que llegará un momento en que el gran maestro dejará de hacer cine, por un motivo o por otro. Mientras llega ese momento, toca disfrutarle.