Si algo nos ha enseñado Marvel, o lo que es lo mismo, Disney, es que nunca se les puede dar por muertos. Su capacidad de supervivencia es digna de los superhéroes que llevan casi dos décadas dominando la taquilla global. Un dominio que, eso sí, desde Vengadores: Endgame había sido puesto en entredicho, especialmente en esa comunión que Marvel había creado con millones de espectadores en todo el mundo.
Pues bien, parece que eso va a cambiar con Thunderbolts. La gran apuesta del MCU (Universo Cinematográfico Marvel) para reverdecer viejos laureles apunta a ser un pelotazo como hace años no tenían. La dirección de Jake Schreier y, sobre todo, un repartazo encabezado porFlorence Pugh y Sebastian Stan, parece haber encontrado el punto de cocción perfecto para reconciliarse con quienes, durante años, han engrosado la lista de beneficios de Marvel y Disney con muchos, muchísimos ceros.
Quienes han tenido la fortuna de ver ya la película, aseguran que Thunderbolts tiene todo lo que Marvel dejó de tener en cine desde Endgame: acción, corazón, emoción, un reparto a la altura y, sobre todo, ese punto de oscuridad que había perdido por el camino. De hecho, uno de los grandes aciertos de la cinta es no tomar al público por tonto, dejarle pensar y, sobre todo, les da una escena postcréditos que deja con ganas de más, como antaño.
Obviamente, darle a Florence Pugh el peso narrativo de la historia es un acierto. La actriz es un titán interpretativo que se merienda a cualquiera en pantalla, pero también lo suficientemente inteligente y generosa como para dejar que su luz ilumine a compañeros que también están a gran altura. Especial mención a Lewis Pullman, el hijo clon de Bill Pullman, que entra de lleno en el top de favoritos del público.
Pete Hammond, de Deadline, también aprueba con nota esta apuesta de Marvel. “Thunderbolts logra sostenerse por sí sola como un giro más centrado en los personajes, humorístico y psicológico, en la fórmula que tan bien ha funcionado para la filial de impresión de dinero de Disney en el pasado”.
Mientras, Tim Grierson, de Screendaily, afirma que “la profundidad de las emociones de las interpretaciones indica que Marvel aún tiene historias apasionantes que contar”, dejando claro que es el camino a seguir para construir una narrativa de una década, como hicieron desde el Iron Man de 2008 a Endgame. El tiempo dirá si Florence Pugh es la versión 2.0 y femenina de Robert Downey Jr.
Para salir de dudas: este viernes, 2 de mayo, estreno en cines.