Orígenes, auge y ¿caída? de Pablo Motos

Orígenes, auge y ¿caída? de Pablo Motos

Pablo Motos, ahora en medio de una furiosa tormenta provocada por él mismo (se dio por aludido, cargó contra el Ministerio de Igualdad y las redes sociales hicieron su magia rescatando del baúl de los recuerdos mil y un momentos machistas de El Hormiguero), es una estrella de la televisión desde 2006.

Ese fue el año en que puso en marcha el programa con peluches que le hizo rey de las audiencias.

Pero ¿y antes?

¿Cuéles son los orígenes de Pablo Motos?

Su biografía da comienzo en 1965, año, cuando el futuro presentador nace en Requena (Valencia). Allí llegó al mundo (según su propio relato) en el seno de una familia humilde con un padre multiempleado. “Humilde no, lo siguiente”, le decía el presentador a su amigo Bertín Osborne en una entrevista allá por 2018 en La 1 de TVE.

 

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Según Pablo Motos contó a Bertín, los fines de semana, su progenitor le llevaba con él a vender revistas de ganchillo, utilizándolo para que pusiera cara de pena como técnica de venta. Ese, dijo, era el único momento en el que se portaba bien y no era un “gamberro” capaz de romper la tele o incendiar la casa familiar.

Ese gamberrete acabaría por convertirse (insistimos, siempre según el relato del propio Pablo Motos) en un adolescente problemático que llegó incluso a robar junto a otros amigos en casas para luego vender las mercancías sustraídas. Una afición poco elogiable que, por aquellos años, compaginaba con la música, tocando una guitarra tal y como le enseñó “un gitano” de su pueblo.

Todo lo anterior forma parte del repetido autorretrato que Pablo Motos siempre ha realizado ante el público: la historia de alguien que se hizo a sí mismo, partiendo desde la nada. ¿Fue así? Resulta plausible aunque, quizás, haya detalles distorsionados. Las autobiografías es lo que tienen.

Siguiendo con su relato autobiográfico, asegura Pablo Motos que la muerte de uno de sus amigos, el Tani, tras una persecución policial, le hizo cambiar el rumbo de su vida y enderezarse. Se lo explicó a Bertín Osborne. Fue entonces cuando empezó a dar clases de guitarra y se hizo DJ, lo que le abrió las puertas al mundo de la radio, con lo que comenzó su asalto a una soñada vida de éxito.

Su triunfo en el Festival de Benidorm

En el año 1993, con 28 años, Pablo Motos participó junto con Fernando Romero en el Festival de Benidorm con Sabed amigos, la canción que consiguió el primer premio aquel años y de la que el actual presentador fue compositor y coautor de la letra…

Durante una entrevista con el periodista deportivo José Ramón de la Morena en El Hormiguero recordó aquel momento. He aquí la prueba gráfica en forma de vídeo.

La historia de aquel triunfo musical la rememoraría también durante la entrevista que concedió a Bertín Osborne…

Aquello fue una pequeña anécdota ya que jamás logró Pablo Motos ir más allá en el mundo de la música. Si exceptuamos su colaboración con Melendi en la canción Marco.

Ahí queda eso.

De la radio a la televisión

Los primeros pasos en la radio de Pablo Motos fueron dentro de esa faceta de DJ que vio la luz tras la muerte de su amigo. Fue locutor y, finalmente, director de la emisora de su pueblo, Radio Requena. De ahí pasó a Radio Nacional en la vecina Utiel y, finalmente, a Onda Cero Valencia, donde colaboró con Julia Otero.

De forma paralela, se fue adentrando en el mundo de la televisión, también en su tierra, en Canal Nou, para, finalmente, hacer el gran programa radiofónico de su vida: No somos nadie, en M80 Radio, donde estuvo desde 2002 a 2007. Motos ya se había dado a conocer y estaba a punto de explotar directo a la fama…

Fue entonces cuando se convirtió en uno de los creadores de El club de la comedia, programa en el que se dedicó a coordinar los guiones durante tres años.

Y fue también el creador del programa La noche… con Fuentes y cía, donde fue coordinador de guion y productor ejecutivo.

Incluso se atrevió con algún que otro monólogo en el citado club de la comedia.

El éxito televisivo le llevó a aparecer en anuncios como este de Binaca de 2008. Muy en su estilo.

 

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No sería la única publicidad que hiciera en esa época. En 2007  participió en un spot con Coca-Cola, en 2009 con Visa y Fujitsu y en 2010 puso voz a un anuncio de McDonald’s.

El Hormiguero

Llegó entonces el año 2006 y, con él, El Hormiguero. El programa que con el que se casó eternamente y que lo ha llevado a lo más alto. Empezó con él en Cuatro en septiembre de aquel año y se mantuvo ahí hasta mayo de 2011, momento en el que pasó a Antena 3 gracias a su enorme éxito y donde pasó a llamarse El Hormiguero 3.0. Hace ya 11 años y ahí sigue.

Fue un formato revolucionario, donde se hacían entrevistas -hechas por él y por dos hormigas de trapo, Trancas y Barrancas– mezcladas con otro tipo de cosas, como pruebas científicas, por poner un ejemplo. Por el plató han pasado famosos de todo tipo, nacionales, internacionales, actores y actrices, deportistas, cantantes, etc. También dio cabida a políticos. Y ahí la cosa comenzó a complicarse.

De Pablo Iglesias a Santiago Abascal hay un abismo que Pablo Motos ha transitado no sin polémica.

¿La caída de Pablo Motos?

Pero Pablo Motos no ha sido inmune a las críticas. Ya fue objetivo recurrente de opiniones negativas por sus comentarios en El Hormiguero. Se le ha acusado de machista, de partidista (de facha, concretamente) y de otras muchas cosas.

Pero la hecatombe se produjo cuando Pablo Motos creyó una buena idea asegurar en plató que el Gobierno se había gastado un millón de euros en llamarle machista (un embuste de ingenuidad bastante idiota) y que él jamás había tenido actitudes sexistas.

El anuncio de la ¿discordia? no aludía explícitamente a Pablo Motos y quien esté libre del pecado del machismo al repasar una trayectoria de años que tire la primera piedra.

Pablo Motos contestó atacando al Ministerio de Igualdad, obligó a sus empleados a sumarse a la defensa del jefe y ahí tropezó y comenzó a caer.

En redes sociales comenzaron a circular decenas de vídeos con comportamientos discutibles y contenidos para olvidar. Pablo Motos olvidó que ser líder de audiencia no quiere decir que todo el mundo te ame incondicionalmente. Quizá en tu entorno te adulen de continuo pero ahí fuera existe un mundo mucho más grande, con gente que prefiere otras cosas a ver El Hormiguero.

Claro que siempre le quedarán a Pablo Motos los camaradas irreductibles en su apoyo: de Risto Mejide a Ana Rosa Quintana pasando por Carlos Herrera y José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid.

¿Significa esta controversia la caída de Pablo Motos? Quizá sólo un bache temporal. Desde luego, su reputación seguramente ha quedado tocada. Habrá quizás anunciantes y público que le retiren su apoyo. Es lo que tiene convertir un programa para niños como fue, en su origen, El Hormiguero en espacio para la diatriba política. Divertir a Will Smith no es lo mismo que pontificar de asuntos más graves.

ANTONIO SÁNCHEZ

ADEMÁS: La verdadera historia de Jordi Hurtado

 

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