Hubo una vez un artista, pelirrojo, con aspecto de adolescente en pleno periodo de pubertad, que rompía todos esquemas al ponerse delante del micrófono y deslumbrar con su tremenda voz de barítono. Eran los años 80 y para unos estábamos ante una incipiente estrella de la música mientras que, para otros, se convirtió en una auténtica fuente de bromas.
¿Qué de quién estamos hablando? Pues, sin duda, del gran Rick Astley, quien dejó para la historia un buen legado de temazos musicales que más de uno ha bailado o coreado, entonces y ahora.
Eso sí, todo ello, a lo largo de un efímero periodo de éxito que poco a poco fue desapareciendo hasta casi caer en el olvido. Y decimos casi, porque el compositor y cantautor británico nunca llegó a alejarse del universo de la música y, de hecho, ha conseguido resurgir de sus cenizas en los últimos tiempos, sin alcanzar, claro, el pedestal sobre el que saltó de escenario en escenario en los 80.
¿Qué ha sido entonces de Rick Astley desde aquellos años en los que hizo bailar a tanta gente con su Never Gonna Give You Up? Echemos la vista atrás y rememoremos aquellos tiempos de gloria de entonces y cómo ha pasado el tiempo para él hasta nuestros días… en los que, en apenas unos meses… ¡Tendremos nuevo disco suyo!
La edad de oro de Rick Astley
Rick Astley tenía solo 21 años (aunque pareciera que tuviera 13 o 14) cuando publicó su primer disco. Era el año 1987 y aquel álbum llevaba por título Whenever you need somebody. Un bombazo musical de la factoría Stock, Aitken & Waterman, con el sello PWL (Pete Waterman Limited), del que salieron temas legendarios y tremendamente bailables como ese Never Gonna Give You Up.
Una canción tan escuchada (cuenta en la actualidad con más de 1.400 millones de reproducciones en YouTube) que pudiera parecer que era el único tema con el que Astley lo petó. Pero, nada más lejos de la realidad, porque a ver quién no recuerda otros como aquel magnífico Together forever. Historia de las pistas de baile…
Aquel disco se convirtió en todo un fenómeno consiguiendo en número 1 de las listas de éxitos en el Reino Unido una semana después del lanzamiento del Never Gonna Give You Up, y más tarde en otros 16 países.
El éxito llama en muchas ocasiones a las críticas y Rick Astley fue atacado desde varios frentes. A aquellas burlas a las que hacíamos mención se sumó también la idea de que era solo un producto prefabricado del mundo del pop en busca del éxito fácil a través de canciones pegadizas y muy bailables. Pero, sin duda, fueron los videoclips, su aspecto y su voz los que fueron, poco a poco, apagando la llama del éxito. Fueron muchos los que decían que un cantante afroamericano era el que cantaba los temas y él quien aparecía en pantalla haciendo ‘playback’.
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Así, tras aquel primer disco, los que llegarían después fueron consolidando su decadencia hasta casi desaparecer. En 1988 llegaría Hold me in your arms, tercer disco más vendido aquel año en Canadá y el octavo en Reino Unido; en 1991, Free, noveno en Reino Unido y 31 en Estados Unidos; y, finalmente, en 1993, Body and Soul, donde se produjo su descalabro definitivo, como el 185 de los discos más vendidos en Estados Unidos.
Cambio drástico de vida
Seis años después de arrancar esa carrera que nunca llegó a consolidarse, pero en la que vendió más de 40 millones de discos por todo el mundo, Rick Astley anunció un paréntesis para dar prioridad a su familia. Para estar con su esposa, la productora cinematográfica Lene Bausager, y con su hija recién nacida, Emily. Era 1993, el mismo año en el que Body and Soul confirmaba su caída a los infiernos.
En una entrevista que ofreció recientemente en El Hormiguero, en una visita a España para presentar su último disco, Astley aseguró que “fui padre y empecé a pensar que el mundo del pop es maravilloso, pero también absurdo. Al final te cansas de él. Hay gente a la que le ocurre después de mucho tiempo. En mi caso, tras cinco años, ya estaba acabado“. Y añadió: “quería tener una vida normal. Mis padres se divorciaron cuando yo era muy pequeño y eso no me hizo bien. No quería eso para mi vida, quería poder estar en mi casa y ver crecer a mi hija, como por fortuna he podido hacer“.
“Me encanta actuar y amo la música en directo, pero todo lo demás, las locuras y todo lo que generaba no… Por eso no me gustaba ser una estrella del pop“, aseguró en su encuentro con Pablo Motos. Algo por lo que quizás, ha seguido muy unido al mundo de la música, pero a otros niveles…
Un regreso cocinado a fuego lento
Tras ocho años desparecido, Rick Astley comenzó a trabajar en su regreso, despacito y con buena letra. Y el primer paso lo dio en 2001 con un recopilatorio, Together Forever – Greatest Hits and More… y un nuevo disco, Keep it turned on.
Los siguientes años, siguió explotando su éxito pasado con nuevos recopilatorios –Greatest Hits (2002), Love Songs (2004), Platinum & Gold Collection (2004), The Best of Rick Astley – Never Gonna Give You Up (2008), The Ultimate Collection y Lights Out (2010).
Pero, además, siguió trabajando en el nuevo Astley a través de la publicación de dos nuevos albumes, Portrait (2005) y 50 (2015) con el que volvió a alcanzar casi tres décadas después el número uno en el Reino Unido. ¡Rick Astley estaba de vuelta!
En medio de todo aquello, además, surgió el fenómeno del ‘RickRolling’, un troleo a gran escala por el que, al intentar entrar en el enlace de cualquier tema en blogs y webs llevaba directamente al videoclip de Never Gonna Give You Up. Un buen ejemplo del dicho “quien ríe el último, ríe mejor”…
Nuevo disco en octubre
El 2018 llegaría Beautiful Life, el último disco del artista hasta la fecha a la espera de que, el 6 de octubre de 2023 salga a la venta su nuevo disco, Are We There Yet?, el noveno de su carrera, 12 nuevos temas y nuevas giras en el horizonte. Todo ello mientras vive una segunda juventud y, quizás, en el mejor momento de su carrera como cantante.
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Y mientras, el bueno de Astley no para de darse homenajes en distintos festivales, como hizo en enero de este año en Glastonbury, donde tocó junto a la banda Blossoms y se destapó tocando la batería para interpretar una versión de Highway to Hell de ACDC. Pequeños caprichos con los que dejarse ver entre el gran público que ya ha hecho versionando, por ejemplo, temas de The Smiths o tocando sus canciones con otras bandas como los Foo Fighters en medio de sus conciertos.
Y sin olvidar que se ha convertido en un auténtico influencer y una estrella de TikTok, donde canta sus canciones y hace versiones para sus más de 2 millones de seguidores. Renovarse o morir, porque Rick Astley está viviendo una segunda juventud y disfrutando de ella como nunca lo ha hecho, ni siquiera en sus tiempos de superestrella ochentera del pop…
ANTONIO SÁNCHEZ
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