Siempre se ha dicho que Francisco Franco era un cinéfilo de pro. Tal vez sea exagerar aplicarle ese calificativo. Para entendernos: si viviese hoy, no te lo encontrarías yendo a ver la última de Sofia Coppola en V.O. Eso sí, tal vez te cruzases con el Caudillo en algún multicine para ver cualquier blockbuster del montón.
Pero sí, vaya, a Franco le gustaba el cine (y bastante).
Le proyectaban todas las semanas un par de películas en El Pardo y lo que más le estimulaba era el western.