Ocurrió en el año 2003, el de mayor índice de criminalidad de la historia reciente de España. El asesino de la baraja sembró el pánico en Madrid, por su particular y hollywoodiense modus operandi, dejando naipes del palo de las copas junto a sus víctimas, lo que le convirtió en el asesino en serie más famoso de la historia del país.
Los medios de comunicación se volcaron con la historia y la ciudadanía abrazó una histeria colectiva que, por momentos, afectó a millones, generando alarma social, tensión política, presión mediática y una investigación que dio muchos palos de ciego: desde detenciones erróneas, a escuchas telefónicas irrelevantes o ruedas de reconocimiento infructuosas.
20 años después, Netflix recupera todo este caos que causó este caso y lo resume en tres capítulos que se estrenarán el próximo 9 de junio, bajo el nombre de Baraja: La Firma del Asesino.
La docuserie se centrará en el foco mediático que acaparó una historia sin precedente en España, diseccionando la investigación que se llevó a cabo y aportando nuevos elementos que van más allá del relato oficial y cronológico de los hechos.
Un equipo de investigación, liderado por Ricardo Pardo Liñares, ha tenido acceso a testimonios y pruebas (algunas desconocidas hasta ahora), incluyendo testimonios de víctimas que sobrevivieron al ataque del asesino y que reivindican el protagonismo que no tuvieron en 2003. Además, ofrecerán una perspectiva sobre el caso que jamás se contó.
Para elaborar este documental, los responsables han recogido más de 60 horas de grabación, que se traducen en más de 20 entrevistas a figuras relevantes del caso: periodistas, abogados, supervivientes, familiares y amigos. Todo ello ha llevado a que la producción del mismo se haya dilatado durante más de dos años pero que el resultado sea un producto que puede arrasar, no sólo en España, sino en todo el mundo.
Si el documental logra transmitir la mitad de la histeria colectiva que generó el caso en 2003, habrá conseguido su objetivo.
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