Hay una playa mítica en la costa almeriense que se llama cala San Pedro y está llena de hippies. Eso dicen quienes la han visitado y (creo recordar) también existe constancia de ello en un capítulo de Callejeros Viajeros. Sea como sea. Si usted busca cala San Pedro ha de desplazarse al área de Las Negras, en el parque natural del Cabo de Gata, y tomar un camino que parte de la cortijada del Estanquillo y luego andar casi una hora entre acantilados y zumbido de insectos y alguna que otra gaviota avizorando nuestra presencia.
La llegada merece la pena si ese día la estampa se parece a lo que el personal cuelga en Instagram, que siempre suele ser más idílico que la dura realidad.
Sin masas apiñadas en esta bonita cala, su belleza resulta evidente.
Ver esta publicación en Instagram
También se puede visitar cala San Pedro navegando, lo cual es pan comido y se pierde un poco el rollo hippy.
Sin embargo, ¿sigue siendo hippy esta cala almeriense?
Suponemos que algo queda pero, la verdad, basta con echar un vistazo a Instagram y las imágenes que salen si buscamos por Cala San Pedcro son más de infuencers, turistas normales con la gorra puesta al revés y gente que acude a pasar el día bien pertrechada de Cruzcampo y latas de aceitunas.
Nadie puede negar, en todo caso, que el enclave resulta espectacular, hermosísimo.
Ver esta publicación en Instagram
No obstante, amigas y amigos, sean conscientes del calor que hace en Almería durante el verano. Eso se obvia y, a veces, se paga.
Bah.
De cualquier manera, no seamos aguafiestas.
Es un lugar precioso.
Ver esta publicación en Instagram
Entre los elementos icónicos de cala San Pedro se incluye ese cartel que indica al visitante la pertinencia de cagar en el lugar adecuado. O sea, se aconseja evacuar en las letrinas que hay allí, maquinadas por los hippies del lugar. El recordatorio no es baladí ya que cualquiera que haya visitado una playa apartada se habrá dado de bruces con las consecuencias de esa afición tan humana a defecar en plena naturaleza.
Ver esta publicación en Instagram
En realidad, cala San Pedro tiene mucho de lugar inventado, como tantas playas. A veces, si hay suerte (llegamos temprano, viajamos fuera de temporada, esa mañana la gente se ha quedado durmiendo en vez de ir a bañarse) encontramos un pedazo de paraíso. Otras, nos toparemos con jugadores compulsivos de pala con su pin/pan que es como el diapasón del infierno. Por no hablar de quien escucha a El Bicho en el smartphone mientras se tuesta al sol (sin pensar en el prójimo, que a lo mejor no es fan de El Bicho). El infierno son los otros, escribió Sartre, y en la playa un poco más.
Pero buscando cala San Pedro podemos tener una experiencia sublime.
O torcernos un tobillo.
El mundo es así de complejo.
DANIEL SERRANO
Noticias Relacionadas
En busca de la última playa hippy
John Lennon, allá por la década de los 60 del pretérito siglo XX, se perdió por los desiertos almerienses y sus (por entonces) absolutamente vírgenes…
Postales de veranos pretéritos / Brighton 64 y un poco después
Quién no ha tenido su verano mod, soñando con lambrettas y acantilados lluviosos. En Quadrophenia los mods se peleaban con los rockers por las calles…