Si hablamos de San Sebastián y metemos en la conversación la palabra “playa”, para la mayoría lo primero que le viene a la cabeza seguramente sea La Concha, pero la realidad es que, sin obviar que se trata de uno de sus rincones más conocidos y uno de sus grandes reclamos turísticos, la ciudad guipuzcoana cuenta con otras dos playas más: Ondarreta y Zurriola.
Pero si en medio de esa conversación tenemos a algún aficionado al mundo de surf, igual piensa antes en Zurriola que en La Concha. Porque Zurriola es uno de los destinos más apreciados por los surfistas, no solo españoles, sino de todo el mundo. Una playa más abierta que sus vecinas situadas en la bahía de la Concha y con oleaje bastante más importante, perfecto para la práctica de este deporte.
Allí no paran de pasar chavales y chavalas con sus tablas de surf, se organizan eventos musicales, como el Festival de Jazz de San Sebastián, y, claro, como no podría ser de otra manera se ha convertido con los años en escenario de importantes competiciones de surf, skateborading, bodyboarding y similares.
Y es, por cierto, una de las pocas playas urbanas nudistas de nuestro país, algo que viene siendo así desde el año 2004.
La reforma que lo cambió todo
Esta playa fue prácticamente inutilizable hasta el año 1994, precisamente por la gran virulencia de las olas que hoy hacen las delicias de los surfistas. Fue en aquel momento cuando se llevaron a cabo una serie de obras de reforma sobre ella para convertirla en lo que hoy es.
Se amplió la playa a lo largo hasta alcanzar los 800 metros aproximadamente, se incorporó un espigón y se adaptó de manera que sus aguas fueran aptas para bañarse (con las correspondientes precauciones).
Con todo ello, Zurriola comenzó a popularizarse y a llenarse de público, especialmente el más joven, convirtiéndose en un espacio con mucho más movimiento que las tranquilas playas de La Concha y Ondarreta, un lugar muy animado e ideal para una jornada playera o disfrutar de unos buenos pintxos.
Un destino fundamentalmente joven
La playa de Zurriola se localiza junto al barrio de Gros y de la falda del monte Ulía, al este de la desembocadura del río Urumea y vigilada por el Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal de San Sebastián, y ha sido también gracias a ella -y tras su remodelación- cuando han llenado de juventud todo eso que la rodea y ha puesto a la ciudad vasca una vez más en el mapa y en el punto de mira de muchos turistas de todo el mundo.
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Además de los importantes eventos surferos que acoge, en esta playa -a la que muchos conocían como playa de Gros, imaginen porqué- tienen su sede el club de surf local y otras cuatro escuelas de surf más, por lo que es también un lugar ideal para iniciarse en esta disciplina deportiva.
La playa podría dividirse en dos partes: la oeste, cercana al espigón que se construyó durante su remodelación es mucho más tranquila y permite disfrutar de ella con mayor relax, siendo más recomendable para familias, personas mayores o niños.
La parte este, sin embargo, la que se sitúa junto al monte Ulía y lo que fue el municipio de Sagüés, es donde el mar muestra toda su bravura, el destino perfecto para los surfistas y donde, claro, se encuentra el espectro más joven.
Cuidado con las olas… ¡y las corrientes!
Eso sí, como todo el mundo sabe y no debemos olvidar, Zurriola también es un lugar peligroso. Está muy lejos de ser una playa tranquila como lo son La Concha y Ondarreta y eso es algo que los bañistas deben tener muy en cuenta.
Y no solo es cuestión del virulento oleaje, sino que, como advierten muchos expertos, una de las cuestiones que más peligro escoden son las corrientes marinas. Y es que en Zurriola hay tres que lo hacen muy peligroso y un auténtico quebradero de cabeza para los socorristas, que suelen insistir en hacer caso a banderas y señales de advertencia en días malos y en días en los que las aguas están tranquilas.
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La más peligrosa de estas corrientes es la que se sitúa en el centro de la playa y que se desplaza según las mareas, una corriente que actúa con mucha fuerza para arrastrar hacia el interior de las aguas cantábricas a los bañistas.
Sea como sea y cumpliendo con las advertencias, Zurriola es una playa moderna y única en España con gran valor para los surfistas, que han encontrado en ella uno de los mejores destinos del mundo para practicar su deporte favorito.
ANTONIO SÁNCHEZ
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