‘Heartstopper’, un canto a la diversidad sexual

Terminar una serie con una sonrisa en los labios, sensación de optimismo y un toque de nostalgia por haber dejado atrás (pero que muy atrás) los confusos años de la adolescencia, no es algo que ocurra todos los días. Todas estas emociones las despierta Heartstopper y eso que, en esencia, es una serie que trata sobre cómo unos jóvenes en plena etapa de autodescubrimiento tienen que afrontar situaciones no demasiado agradables por parte de un sector de la sociedad retrógrado que no concibe que todos tengamos derecho a amar a quien queramos.

Como decíamos, no es una serie que obvie estos problemas, pero, en lugar de regodearse en el sufrimiento, prefiere ser amable con cada uno de los personajes y mostrarles un camino de paz y felicidad, con la amistad y la comprensión como estandartes.

Todo comenzaba en 2022 con un Charlie que había sufrido acoso escolar debido a que se había filtrado su orientación sexual. Sus compañeros, al descubrir que es gay, comienzan a acosarle, lo que le hace aislarse y, como vemos en la segunda temporada, tener ciertas secuelas en su salud mental.

Charlie conocía a Nick quien, a pesar de ser el capitán del equipo de rugby, no reúne los típicos clichés que vemos en muchas películas estadounidenses. Es un chico simpático, bueno y generoso que no duda en defender a Charlie de quien le ataca y animarle para que se supere a sí mismo. Poco a poco, su relación se va estrechando más hasta que surge entre ellos una bonita y tierna historia de amor mientras Nick lidia con el descubrimiento de que, en realidad, puede amar tanto a chicos como a chicas.

Transexualidad, asexualidad, bisexualidad, homosexualidad…

Pero la homosexualidad y la bisexualidad no son las únicas opciones representadas en Heartstopper. Una de las actrices principales, Yasmin Finney, que interpreta a Elle Argent, es una chica transexual que sufrió cierta discriminación cuando se encontraba en plena transición. En esta serie la vemos cambiando de colegio, haciendo nuevas amigas y enamorándose, todo contado con un tono amable y bonito. Sé que bonito no es una palabra muy específica, pero quizá es la que mejor define a la serie.

Y no diremos quién, pero también podemos encontrar en la segunda temporada un personaje que comienza a plantearse su asexualidad, quizá una de las opciones sexuales más confusas cuando estás en pleno descubrimiento.

Salir del armario, una preocupación Queer

Qué fácil lo tenemos las personas cisgénero, ¿verdad? Si eres una chica, nadie espera que tengas que confesar que te gustan los chicos y viceversa. Pero si tu opción sexual se aleja de la normatividad, parece de obligado cumplimiento el que tengas que manifestarte de un modo u otro.

Este tema también se aborda en Heartstopper, lo que puede servir de consuelo para cientos de chicos que están pasando por una situación similar. Momentos en los que la situación te obliga a salir del armario, otras en las que eres tú quien decide que ha llegado el momento pero no sabes cómo decirlo… en definitiva, la problemática habitual a la que tienen que enfrentarse las personas LGTBQ+ en su camino hacia la normalización.

‘Heartstopper’ y la importancia de tener referentes

¿Una pandilla donde hay una pareja de lesbianas, otra de un chico gay y otro bisexual, una chica transexual, un asexual… es poco realista? Vale, es posible pero, ¿cuántas veces hemos visto series y series en las que absolutamente todos los personajes eran heterosexuales? ¿De verdad es más importante la verosimilitud que ofrecer referentes a la juventud para que no se sientan solos ni diferentes?

Esta parece ser una de las intenciones de Heartstopper, la de ofrecer referentes a una nueva generación para que pueda crecer sintiendo que tienen un reflejo de ellos mismos en la pantalla. Y, de paso, no abocando a estos personajes a un final trágico o un camino lleno de espinas, sino hablando desde el optimismo de la experiencia que viven muchas personas queer en un entorno donde no siempre son bienvenidas. Pero no importa porque, tras ver esta serie, sientes que todos tenemos el mismo derecho a encontrar la felicidad.
Y sí, puede que sea un poco naif pero para hablar de sexo ya está Élite.

SARA FLAMENCO