Moneyball es mucho más que aquella película con la que Brad Pitt estuvo a punto de coseguir su primer Oscar como actor. Más, incluso, que la historia que narra la vida, obra y milagros (porque lo que hizo casi fue un milagro) de Billy Beane, director general de los Atléticos de Oakland, que consiguió que su modesto club se codeara con los más grandes.
Su historia o el cómo consiguió que su club de béisbol estuviera entre los mejores de las Grandes Ligas, se cuenta en una película para muchos redonda que, además, tiene unas cuantas curiosidades dignas de ser recordadas.
Y tuvo que ponerse a dieta
Al parecer, los productores tenían muy claro que el elegido para interpretar a Scott Hatteberg (primer base del club) era Chris Pratt. Sin embargo, había un problema: había cogido demasiados kilos para el papel. Así que el actor tuvo que ponerse a dieta. ¿El truco? Pues alguna dieta como esta de la que hablaba el propio actor en una entrevista.
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Lo sentimos, Soderbergh
Sí, el proyecto inicial no contaba con Bennett Miller como director. El primer nombre que se barajó fue el de Steven Soderbergh (Traffic), pero después de que se cambiara de productora y los derechos de la novela de 2003 en la que estaba basada la película fueran a parar a manos de Columbia Pictures, fue el director de Capote el elegido.
No, no son jugadores profesionales
Aunque en el primer proyecto de la película (el iniciado por Soderbergh) se planteaba la historia de utilizar a jugadores reales de béisbol para las escenas de los partidos, al final, Columbia desechó la idea con la llegada del nuevo director y hechó mano de algunos dobles para ciertas escenas que, en su mayoría, sí que estaban protagonizadas por actores.
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No estaba divorciado
Aunque en la película se muestra a Brad Pitt como un hombre divorciado, en la vida real, se había vuelto a casar cuando consiguió que su club pegara el pelotazo. Sin embargo, en la película sí que se incluye a un Pitt con alianza de casado. Un poco raro todo, la verdad.
El pelotazo de Jonah Hill
La película supuso que el nombre de Jonah Hill se pusiera en el mapa de Hollywood. No tanto para los fans de las comedias facilonas para adolescentes (Supersalidos fue una de sus primeras películas con éxito) sino para los críticos de la meca del cine que, con su papel de Peter Brand (el asistente de Billy Beane), consiguieron que el de Los Ángeles fuera nominado al Oscar a Mejor actor de reparto.
Uno de sus últimos éxitos
Moneyball también cuenta con una demostración interpretativa de Philip Seymour Hoffman, ganador del Oscar por Capote y fallecido en febrero de 2014. Su Art Howe, el entrenador de los Oakland Athletics, le valió numerosas críticas positivas que allanaron el camino hacia su última nominación al Oscar. Esta llegaría un año después de estrenarse Moneyball de la mano de The Master.
Lo que dice la crítica de ella
Un total de 109 millones de dólares recaudados en todo el mundo, la película no sólo se convirtió en un éxito a nivel comercial. Peter Debruge (Variety) dijo de Moneyball que “los guionistas Steven Zaillian y Aaron Sorkin resucitan el viejo adagio de no se trata de ganar o de perder, sino de cómo jugar. Además, Pitt regala una interpretación maravillosa y genuinamente introspectiva“.
Fotos: Moneyball
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