El cine, casi como norma habitual, busca trasmitir muchas de las realidades de la vida: el dolor, el llanto, la alegría, y cómo no iba hacerlo, también la pasión que se puede llegar a sentir por otra persona.
Para que el director consiga que el espectador entienda esa pasión no basta sólo con las imágenes, con las palabras que los actores se digan, ni las caricias que se den. La música que acompañe al momento es casi tan importante como el resto de lo mostrado.
Y son muchas las canciones que han hecho subir la temperatura en la historia de muchos filmes. Sin duda una de las más recordadas es You can live your hat on de Joe Coker que tanto gustó con Nueve semanas y media. Sensualidad a borbotones.
Otra de esas canciones que acompañaban a una de esas escenas en las que la sensualidad y el erotismo son las protagonistas es en el mítico Striptease de Salma Hayek en Abierto Hasta el Amanecer. After Dark del grupo Tito & Tarantula se fundía con la mejicana y la serpiente en una alta dosis de erotismo.
La fina línea entre el romanticismo y el erotismo
Otro erotismo, mucho más dulce y romántico es el vivido en la mítica escena de Ghost en la que Demi Moore y Patrick Swayze moldean cerámica; aunque en realidad le dan forma a su amor. Todo ello aderezado con el clásico Unchained Melody de Righteous Brothers.
Dejando un lado el amor romántico y apostando más por el morbo y la complicidad en los juegos sexuales se sitúa 50 sombras de Grey. Y eso es lo que debía representar la BSO del filme. Ya fe que lo conseguía Earned it de The Weekend, de forma sobrada.
También están aquellas canciones que no se asocian a una película en concreto, pero que todos alguna vez han escuchado cuando llega el momento para el erotismo. Y ahí aparece Careless Whisper de George Michael. Sensualidad por los cuatro costados.
En esa categoría también entra Lets Get it on de Marvin Gaye, que no habrá película en la que tras cena romántica, a la luz de las velas, no suene para que la pareja se entregue a la pasión. El ritmo y la letra dan pie a ello. Más de uno ha colado el tema en algún cd para ver si surte efecto en la vida real.
Algunas canciones son la traducción de la sensualidad
Ahí se encuentra You sexy Thing de Barry White, que en el nombre ya anticipa que la sensualidad va estar asegurada en cuanto suenen los primeros acordes del tema en cuestión. Hasta en Los Simpson se pudo escuchar alguna vez.
Pero si de erotismo toca hablar, El Graduado es una película que sabía mucho de ello Y con ella Mrs Robinson de Simon& Garfunkel.
De erotismo también podría dar lecciones la película El Bar Coyote. Esas camareras siriviendo copras, y apartando a borrachos al ritmo de One way or another (Blondie) forma parte de la galería de grandes y calientes momentos cinematográficos.
Y como la sensualidad no sólo la iban a dar las canciones de voz inglesa hay que rescatar Je t’aime de Serger Gainsbourg, que si bien ha sonado en gran parte de filmes franceses, no hay que olvidar su carácter ya universal.
Fotos: Twitter, Facebook, Instagram
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