Pamela Anderson explicada por ella misma

Un documental autobiográfico en Netflix, un libro y un interesantísimo reportaje en Variety (que arranca contando cómo, cuando comenzaba su carrera como actriz, el cómico Tim Allen le mostró el pene en un pasillo) recuperan la figura de Pamela Anderson para la estricta actualidad. Y la dignifican.

Y es que la serie Pam & Tommy resultó más que discutible. En ella Robert D. Siegel, su creador, narraba la historia de la relación entre Pamela Anderson y Tommy Lee desde que se casaron solo 96 horas después de conocerse hasta el escándalo por el video de la pareja manteniendo relaciones sexuales. Todo ello con un punto de ridiculización difícil de digerir.

Ahora con Pamela: una historia de amor, que llega a Netflix el 31 de enero, el libro autobiográfico Love, Pamela y el reportaje Las confesiones de Pamela Anderson, la actriz y modelo se explica, se reivindica y rompe los estereotipos sobre su icónica figura.

¿La verdadera historia de Pamela y Tommy?

Se trata de la versión de Pamela Anderson. De un lado, el nuevo documental de Netflix, dirigido por Ryan White y producidO0 por su hijo de 26 años, Brandon Thomas Lee, nos cuenta su versión de la historia con intervenciones de la propia actriz.

En ella, valiéndose de diarios y grabaciones personales, Pamela Anderson narra la historia de su ascenso a la fama, sus turbulentos romances y el famoso vídeo sexual. Aquí os dejamos el tráiler oficial…

Pero el documental no llega solo como réplica al Pam & Tommy, es mucho más que eso, igual que el libro Love, Pamela (Con amor, Pamela), publicado por HarperCollins, y en el que se detallan también numerosos episodios con una buena colección de anécdotas hasta ahora desconocidas.

Entre ellas, estaba, por ejemplo, esa a la que hacíamos referencia y de la que se hacía eco en Variety, relacionada como el cómico Tim Allen, con quien, por lo visto, tuvo ese encontronazo desagradable cuya calificación estaría, incluso, cerca de la agresión sexual.

Por lo visto, según explica Pamela, en abril de 1991, con 23 años, durante el primer día del rodaje de Un chapuzas en casa, salió de su camerino y se cruzó con Allen vagueando en el pasillo con un albornoz. Momento en el que al actor no se le ocurrió otra cosa que enseñarle el pene:  “Abrió su bata y se mostró completamente desnudo (…)  Dijo que era justo, porque me había visto desnuda. Ahora estamos en paz“.

Por aquel entonces, Pamela Anderson ya había posado con inmenso éxito en Playboy y fue a través de la revista como el actor la había visto desnuda. “Tim es un cómico, su trabajo es cruzar la línea. Estoy seguro de que no tenía malas intenciones. Sin embargo, los tiempos han cambiado“, decía la actriz.

Y es que, durante años, ha tenido que lidiar, como ella misma confiesa a Variety, con el acoso sexual y con que la gente confunda a sus personajes con ella como persona. Cuando se convirtió en una superestrella internacional en los años 90, interpretando a la socorrista CJ Parker en Los vigilantes de la playa, por ejemplo, la gente asociaba la cursilería new age de su personaje con su propia personalidad.

Una mujer totalmente distinta

Lo decía la vicepresidenta de películas independientes y documentales de Netflix, Lisa Nishimura: “El mundo ha tratado de crear casi una caricatura de quién es ella. Pero hay una profundidad en esta mujer y una inteligencia definida que está lista para mostrar al mundo”.

Algo que ella misma también destacaba en Variety: “Mi vida ha sido mucho más significativa que un sombrero suave o un video sexual“. Cuestiones para desmontar todo lo que se ha dicho hasta ahora que invitan a ver el documental y leer el libro.

Hoy vive una vida tranquila, siempre acompañada de su hijo Brandon (en la imagen de abajo), inseparables en lo personal y ahora también el lo profesional. Es él, además, el primero que la defiende, sobre todo cuando recuerda los años de Los vigilantes de la playa: “Definitivamente se estaba aprovechando de ella“, decía.

En su vida, Pamela Anderson destaca además como una mujer profundamente animalista y vegana convencida. Es una veterana activista de PETA, muy activa como recuerda cuando rescató a 50 gatos y 30 perros después del derrame de petróleo de Deepwater Horizon en 2010.

Su labor ahí la ha llevado a situaciones de todo tipo, como cuando acabó sentada en la misma mesa con varios políticos rusos importantes para presionarlos con el objetivo de que prohibieran la importación de productos derivados de las focas.

De su activismo se recuerda también su amistad con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, al que visitó en múltiples ocasiones en la Embajada de Ecuador en Londres, donde estuvo refugiado. “Es desgarrador porque está en una prisión confinado en solitario mientras espera un juicio y todas estas otras personas están infringiendo la ley por todos lados y nadie está en la cárcel. (…) Es una hipocresía interesante“, decía la actriz.

La serie Pam & Tommy disgustó a Pamela Anderson

Pero es contra la miniserie Pam & Tommy contra la la que Pamela Anderson se muestra más seria e indignada. Una serie, la de Hulu, que se hizo sin contar con ella y sin pedir ningún permiso, según asegura.

A pesar de que los medios reclamaron su reacción al respecto de la serie (que se estrenó en Disney+),  la actriz permaneció en silencio en un momento en el que buscaba a la paz después de haber regresado a su ciudad natal, la pequeña Ladysmith.

Pero en Variety lo deja claro a la hora de definir a todas las personas detrás de aquella serie con una sola palabra: “Imbéciles”.

Para ella “la catapultó de regreso al espíritu de la época”. Dijo “simplemente me pareció un disfraz de Halloween”, porque distrajo al mundo de sus logros reales, como, por ejemplo, interpretar a Roxy Hart en Chicago en Broadway, un éxito interpretativo que le llegó en la edad madura.

“Tommy probablemente pensó que era gracioso. Recuerdo que me escribió una nota que decía: ‘No dejes que esto te lastime como la primera vez’, porque había escuchado a través de los niños que yo estaba luchando con la idea de volver a hablar de todo esto. No creo que haya sido retratado amablemente. Solo sé que me niego a verlo”.

Para calmarse, asegura, repite un mantra que solía recitar en el supermercado: “Mantén la cabeza en alto. Sal por la puerta. Sé que todos me han visto teniendo sexo, pero solo estoy aquí para comprar cereal para mis hijos. Simplemente sigue para delante”.

En estos días, Anderson se siente cómoda sin saber cuál será su próximo paso. Ha hablado con su amigo Werner Herzog sobre hacer una película llamada Vernon God Little, basada en la novela sobre la mayoría de edad de DBC Pierre, ganadora del Premio Booker. Pero, ya veremos que le depara el futuro. De momento, aquí tenemos su gran verdad…

ANTONIO SÁNCHEZ

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