¿Merece la pena ver ‘Agente Stone’, lo nuevo de Gal Gadot?

Con Gal Gadot no basta. Eso es lo que parece que podemos sacar en claro viendo la lluvia de críticas negativas que está recibiendo Agente Stone, la última película de Netflix protagonizada por la actriz que enamoró a crítica y público como Wonder Woman, y que nace con vocación de franquicia, a lo 007 con acento femenino.

La cinta, dirigida por Tom Harper (The Borrowers) cuenta la historia de la agente de inteligencia internacional Rachel Stone, que debe embarcarse en una peligrosa misión para proteger el misterioso MacGuffin -conocido como ‘The Heart’ (El Corazón)-.

Stone recibe el encargo de esta operación por parte de una organización que trabaja por el mantenimiento de la paz en el mundo conocida como Charter, que trata de evitar que el objeto caiga en manos enemigas.

Nada nuevo en la oficina. Un argumento que a todos nos resulta más que familiar, pero con Gal Gadot a los mandos. Las críticas (más malas que buenas) son el presente, pero serán el tiempo y el público en general los que realmente dicten sentencia sobre si la película será un éxito o no y si, finalmente, da pie a futuras secuelas.

Porque, a día de hoy, parece complicado predecir (e incluso pensar) si la agente Stone conseguirá sentarse a comer en la misma mesa que otros héroes del género y abanderados de sagas eternas como James Bond, Jason Bourne o Ethan Hunt.

Razones para no verla

Haciendo un repaso por algunas de las reseñas realizadas por algunos los más reputados críticos cinematográficos, encontramos más palos que elogios, aunque, bien es cierto que hay algunos que sí se han dejado cautivar por el trabajo de Gadot y compañía.

En el lado negativo nos encontramos, por ejemplo, con la crítica de Owen Gleiberman, de Variety, quien apunta que “Hay muchas razones por las que las películas son ahora demasiado largas, pero Agente Stone, que dura dos laboriosas horas, demuestra una forma especialmente agotadora de inflación”.

Aún más drástico se muestra Josh Spiegel en SlashFilm, donde suelta sin despeinarse que “ni siquiera merece la pena echarle un vistazo cuando haces ‘scroll’ por tu perfil de Netflix”. Una dura crítica a la que podemos sumar también la de Tim Robey en el Telegraph, quien, mucho más comedido y condescendiente, suaviza su mala nota asegurando que “algunas secuencias de acción están bien, el reparto es decente, pero la escasa atención al detalle de esta enrevesada aventura de acción es su perdición”.

Tampoco tiene buenas palabras para Agente Stone Kate Erbland, de IndieWire, que apunta a que “si la nefasta y escasamente escrita inteligencia artificial que protagoniza Misión Imposible no era lo suficientemente tonta para ti, Netflix tiene la respuesta”. Casi nada… y matando dos pájaros de un tiro.

Laura Venning, por su parte, ha publicado en Empire que, “aunque es refrescante ver a una nueva heroína que no ha sido sacada de ninguna IP preexistente, es una pena que venga sin mucha originalidad ni estilo”. Le dan dos estrellas sobre cinco en dicha publicación a la última de Gal Gadot, por cierto. Mientras, Fran Hoepfner ha destacado en The Wrap que “sus giros son fáciles de predecir y hay poca tensión dramática para mantener el interés del espectador. La acción es variable y poco original”.

Finalmente, entre estas críticas negativas, no podemos pasar la oportunidad de hacer mención a las de Michael Philips, del Chicago Tribune, que apunta que “decir que no es nada especial no retrata totalmente su falta de ‘especialidad'”. Y Clayton Dillard, de Slant, que destaca en su reseña que “un thriller de espionaje global que no se ve favorecido por estrenarse tan poco después de Misión imposible: sentencia mortal – Parte 1″. Su puntuación, media estrella sobre cuatro.

¿Sí, pero no… o le damos una oportunidad?

En un segundo plano, nos encontramos con críticos que, sin dejarla por los suelos, como sus predecesores en estas líneas, tampoco se muestran entusiasmados ante la película, como es el caso de Rex Reed, quien apuntaba en su reseña de The New York Observer que “se contenta con inspirarse en sus predecesoras en el género de espionaje, lo que no es un problema en sí mismo. La fórmula sigue funcionando, pero la suma de sus partes no acaba de ser la misma”.

En esa línea se mueve también Brian Truitt que destacaba en el USA Today que “hay un montón de ideas interesantes en juego en Agente Stone, aunque, a diferencia de la superespía protagonista, ninguna llega a levantar el vuelo”. Dos estrellas y media (sobre cuatro) le dan en USA Today.

Algo más convencidos se muestran aquí Wendy Ide, quien destaca en The Guardian que estamos antes “una aventura a lo Bond desigual pero entretenida (tres estrellas sobre cinco) y David Rooney que escribía en The Hollywood Reporter que “cumple con su cometido y seguramente hará sólidas cifras de audiencia (…) El carisma natural de Gadot y Dornan la sostienen”.

¿Y si no es tan mala como parece?

Pero también podemos encontrar un pequeño oasis en medio de tanta crítica negativa, donde la cinta puede respirar tranquila y llamar la atención de ese público que duda entre verla o no…

Entre esos rebeldes del pensamiento negativo está Richard Lawson, de Vanity Fair, que apunta que “tiene un ímpetu en sus pasos, una seguridad de tono y propósito que ya la sitúa por delante de la mayoría de sus hermanas (…) Una película de acción competente y simpática”.

Otro que se apunta al carro de Gal Gadot es Richard Roeper, que destaca en el Chicago Sun-Times que se trata de un “thriller de espionaje palomitero y de fórmula, pero bien rodado y lleno de acción”.

Pero hay más (centradas sobre todo en su protagonista), como Tania Hussain, de Collider, que dice que “aunque este thriller podría perderse entre otras propuestas de acción en streaming, cuenta con una interpretación principal destacada que le ayuda a sobresalir”; además de Benjamin Lee, que recalca en The Guardian que “Gal Gadot lidera la última y ambiciosa franquicia de Netflix, que ofrece suficiente diversión tonta de verano para que tengamos curiosidad por más”.

Sea como sea -y como ya apuntábamos unas líneas más arriba- ahora la piedra está en el tejado de los espectadores y serán ellos los mejores críticos para esta nueva propuesta con la que Gal Gadot pretende convertirse en un icono del cine de espionaje, porque, aunque pueda parecer complicado, nada es imposible y más si es “la mujer maravilla” quien encabeza el proyecto.

ANTONIO SÁNCHEZ